19 enero 2006

Bendita inocencia

Ayer tuve una regresión a la infancia. De repente me acordé de cosas de esas que te pasan cuando eres pequeño y que habías olvidado. Recordé que tenía 5-6 años, acababa de empezar primero de EGB. Todos los niños estábamos conociéndonos. Había algunos que lloraban cuando sus madres les dejaban en el colegio. No sabíamos todavía lo que era el respeto a los mayores y la profesora (alias "seño") se encomendaba a todos los santos antes de intentar que guardásemos silencio y atendiésemos a su explicación de "como restar con propiedad y buen pulso". Salíamos al recreo y el patio era un universo inexplorado donde cada día era una experiencia nueva y conocías nuevos niños y niñas. Recuerdo uno de esos recreos, fuimos dos niños y dos niñas al lado del arbol que había en un tejadillo (cuando llovía nos apelotonábamos allí) a sentarnos en el suelo en corro y a jugar a no se qué. Recuerdo que las niñas llevaban falda y no tenían el menor reparo en sentarse despatarradas y mostrarte donde terminaban los leotardos, donde empezaban las bragas y hasta donde terminaban. ¿En qué momento se perdió aquella inocencia?

No había vergüenza. No había tabús. La vida era un sitio maravilloso donde podías hacer lo que quisieses y a nadie le importaba, así como que a tí no te importaba lo que hiciesen los demás. Todo lo contrario, estabas ávido de nuevas experiencias, de aprender, aumentar tu conocimiento. Te fijabas en lo que hacía todo el mundo y no te parecía mal, fuese lo que fuese. Todo era exótico y emocionante. ¿En qué momento se implanta ese chip que hace a la gente desconfiar de otras culturas y maldecir a aquellos que no se dejaron cortar por el mismo patrón? La vida era mucho más bonita con 6 años, cuando no te tenías que preocupar por si te veían algo, cuando nadie desconfiaba de nadie, cuando no sabías que había tanques judíos escoltando bulldozers que tiraban abajo casas de palestinos reclamando una tierra que les prometió un dios hace miles de años. Todo era más bonito.

Una amiga me contó un chiste, de los de Jaimito:

[Niña] - "Jaimito me ha dado dos duros por subirme a un árbol."
[Madre] - "Eso es porque quería verte las bragas."
[Niña] - "Pero yo soy más lista y me las he quitado."

Bendita inocencia. En cuanto al tabú que rodea a la sexualidad tengo una hipótesis. Lo han formado las mujeres porque hace muchos años descubrieron que es más interesante imaginar qué esconde la ropa que verlo directamente. Ahí tengo que dar la razón. El problema es que el tabú se ha ido de las manos y "el eje del bien" comenzó una cruzada para preservar todo aquello que es casto, blanco y puro. Viendo las noticias, sobre todo las del "Imperio", es fácil ver que es mucho peor mostrar un seno que descerrajarle 7 tiros a alguien en la cabeza, y qué decir de las guerras, casi dan a entender que son un mecanismo natural para mantener las cosas en su sitio y que nadie saque los pies del tiesto. Ya lo dijo Stalin: "Un hombre muerto es una tragedia. Un millón es estadística". Si hablas de genocidios no pasa nada, pero como hables de sexo la has liado. Estoy seguro que si la especie humana no hubiese hecho el mundo tan difícil y no importase ir desnudo habría muchos menos enfermos mentales y la industria pornográfica no existiría. La historia nos ha demostrado como cortar las libertades suele acarrear muchos más problemas que los que provocan por sí mismas. Pero qué le vamos a hacer, si no ves cinco dedos es fácil que no tengas con quién hablar.

Ahí queda eso. Pasen buen día.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como me ha gustado la historieta de hoy. Lo malo es que tengo un "pero", y es que no estoy de acuerdo cuando dices que somos las mujeres las que creamos el tabu de la sexualidad. No es porque yo sea mujer y quiera defender nuestro sexo a toda costa, pero yo creo que al contrario. A muchas mujeres les gusta enseñar, se ponen escotes pronunciados, minifaldas escandalosas, van enseñando el ombligo... y quien las critica?, los hombres!.
Por ejemplo, ayer estaba hablando con un amigo (no tu) que es profesor de universidad, el chico es un tio serio, yo creo que el típico profesor que acojona. El caso es que me contó que están de exámenes y que ayer estaba en su despacho y que vino a verle "la de la minifalda". Es una chica que suele llevar minfaldas a clase y claro, los profesores creen que lo hace para aprobar, para obtener mas facilidades o yo que se. Y puede que tenga razón, pero a mi me dio que pensar. O sea, que si a mi me gustan mucho las minifaldas, y me las pongo para trabajar (que no están prohibidas), resulta que lo que quiero es ascender rápido y e ir provocando a todos los tíos?. Quién pone el tabú de la sexualidad ahí?.

Pd: buen chiste

LpnarGaming dijo...

ER: Lo que yo intentaba decir es más o menos lo que dices tú. Lo de enseñar es lo que yo decía, hay que enseñar todo lo posible pero dejando a la imaginación pensar en el resto. Si no enseñas nada no atraes, y si lo enseñas todo ya no hay que imaginarse nada. Y a lo de quién pone el tabú lo que quería decir es que lleva puesto tanto tiempo que no se sabe quién lo hizo, sólo lo vamos heredando tanto tíos como tías.

Este post ha sido un claro grito de autodeterminación. No paro de preguntarme el porqué de muchas cosas que todo el mundo da por sentadas.

¡Vivan las minifaldas! ¡Viva el libre albedrío! ¡Vivan los tangas!