07 marzo 2009

Gandalf es Dios con nosotros

Durante mis estancias en la España que me vió nacer suelo desplazarme en transporte público, por varios motivos: ser consecuente con el medio ambiente, contribuir a la descongestión de las vías públicas y, el más importante y real, ahorrarme una pasta en el mantenimiento de mi coche.

En el autobús urbano que me lleva a casa encontré, un soleado día por la tarde, un panfleto en el asiento que iba a ocupar. Aburrido como es un viaje en autobús, decidí leerlo de cabo a rabo. Tenía disposición de tríptico y venía decorado con alegres dibujos de verdes prados y niños que jugaban felices bajo un cielo azul. En la portada te pegaba la primera hostia en la cara, si no conoces a Jesús estás tirando tu vida por el retrete.

A continuación dedicaba la mayor parte del contenido a relatar lo guay que era ese tío, ya que sacaba comida de debajo de la manga, andaba sobre el agua y una serie de cuentos de hadas que me recordaron la paliza dialéctica que sufrí unos cuantos años en el colegio aquel, cuando todavía no podía escapar. Pero hubo una frase que me llamó la atención, y es que no la entendía. Decía exactamente "Jesús es Dios con nosotros".

Comencé a analizar la frase, intentando recordar aquel coñazo de asignatura de lengua española. Tenía claro que el sujeto de la oración tenía que ser "Jesús" y el verbo "es" pero, ¿"Dios" es adjetivo, nombre o complemento directo? ¿"Con nosotros" era complemento indirecto, directo o qué? ¿Cómo se puede ser Dios con algo, o alguien, siendo "Dios" un nombre o complemento directo? Después de cuatro paradas de autobús decidí intentar hacer otra frase parecida, para ver si así arrojaba algo de luz sobre el análisis semántico de la oración. Decidí, así mismo, que el verbo "ser" debe preceder a un adjetivo. Como venía del trabajo la frase que se me ocurrió fue:

Alicia es jefa con nosotros.

Alicia es uno de mis numerosos jefes, para todos aquellos que no lo sepan. Con esa frase lo ví claro, si Alicia no tuviese subordinados a su cargo, no sería jefa de nadie. Es decir, el adjetivo "jefa" se le puede aplicar sólo cuando tiene a pringados como yo a su cargo. De ese modo, la frase original afirma categóricamente que si nadie pensase que ese tal Jesús es Dios, Jesús no sería Dios, ya que sólo es Dios "con nosotros", que en honor a la verdad es "con ellos".

Enfrente de mi casa hay una farola. Hay noches que se enciende y noches que no, y cuando no se enciende no se ve, pero la farola está ahí de todos modos, la veas o no, creas que está ahí o no. En cambio ese tal Jesús sólo es Dios porque hay unos fulanos que lo creen. Tantos años confundido con estas historias y al fin lo he visto claro, ellos mismos te lo están diciendo: "todo lo que te contamos es mentira pero no dejes de echar monedas al cepillo". Lo que pasa es que te lo dicen con una frase que cuesta entender, así se salvan de ser denunciados por publicidad engañosa.

Cuando el autobús se acercaba a mi casa yo tenía una sonrisa en el rostro, por fin lo había entendido. Antes de bajarme del autobús recogí aquel panfleto y me lo llevé, ya que yo no le deseo mal a nadie, y lo tiré en el contenedor de basura que hay debajo de esa farola, que existe y está ahí desde hace unos años.

Ahora, estimado lector, si has llegado hasta aquí puede que te quede más claro el críptico título de este artículo.