26 septiembre 2006

Crónica deportiva

Últimamente estoy como un pulpo, con ocho manos renovando en mi empresa, haciendo entrevistas y quedando con chicas, así que no tengo mucho tiempo para disertar o elucubrar en este blog. Les copio un correo que me envió un amigo, que me hizo especial gracia:

Domingo. Lluvia y viento. Dicen los clásicos que tras las grandes batallas siempre llueve, y ayer llovió. Frente al inexpugnable muro del Escartín se abalanzaba el Torpedo 66. Duro, tosco. Gentes del bárbaro sur que llaman a la puerta de la civilización.

El partido empieza bien. El Guada con un punta y dos extremos natos. El balón vuela de una banda a otra y los manchegos se agazapan esperando el zarpazo alcarreño, que amagaba una y otra vez. Minuto 30, el punta arriacense pivota y deja sentado al central. Los dos extremos acompañan. Pase de la muerte y gol. Las masas se alzan felices y la suerte sonrie a los morados. Todo parecia hecho, pero los mas ancianos del lugar ya advertian: hace falta otro gol para estar tranquilos.

Y no se equivocaban. En la segunda mitad el equipo bajó los brazos convencido de la huida del enemigo. Sin embargo, esta no se produjo, y las hordas manchegas comenzaron a golpear la muralla alcarreña como el mar golpea el acantilado, de tal suerte que en un balón largo la diosa Fortuna se alió con Eolo y el balón hizo un extraño que despistó a los centrales morados. Un ávido delantero estaba esperando ansioso en el area. Solo queda el portero, baluarte inexpugnable. La lucha es feroz. Penalty. Gol. Adios a la esperanza.

Sin embargo, Audaces Fortuna adiuvat, y los clásicos no suelen equivocarse. El Depor afila sus cuchillos y se lanza al contragolpe, con la intención de expulsar de sus tierras al infecto invasor. Balón a la derecha, y estocada mortal. Segundo gol castellano y el sol que vuelve a salir por el Henares. Sin embargo, como reza el dicho "el vencido se lamenta, el vencedor está perdido", no hay que dejar que el derrotado se lamente y se recupere, sino que hay que rematarlo para evitar toda esperanza: sale la caballeria pesada y carga por ambos flancos: tercer gol, y la sonrisa nerviosa del publico se torna en tranquilidad y relajación. Una última jugada acabó en penalty, pero el árbitro de la contienda juzgó que tres eran suficientes, y no habia necesidad de un cuarto, por lo que no lo pitó.

El enemigo huia. Guadalajara, guardó entereza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ufffffff dejé de seguir al depor cuando dejaron de jugar los churris de mis amigas...

chico si que te da de si la vida...!!!! y yo que pensaba que no había mercado en guada??? si te lo llevas todo tú!!!!qué les dejas a los demás????

Toxcatl dijo...

Esto...
¿de que año es la cronica deportiva?
¿antes o despues del 1900?

Marga F. Rosende dijo...

Querido, mola el texto, pero no dejes de elucubrar please, entre chica y chica.....