06 febrero 2006

Welcome back Mr. Worker

¡Por fin lunes! Viva Gautama, Alá, Mahoma, Confucio y San Judas Tadeo. Por fin vuelvo a la rutina, a estar sentado 9 horas diarias modelando harina, a ir a entrenar por la tarde y a leer libros hasta que me entre el sueño. Que paz, que tranquilidad, que bonito es trabajar de sol a sol. Y es que hoy es uno de esos lunes que te alegras de volver a la rutina para descansar, para descansar de la vida. Hace años dije que para salir de fiesta a tope 4 días a la semana había que estar muy en forma, este finde me he acordado profundamente de ello, y es que ya no soy aquel jovencito que aguantaba todo.

El viernes bien, descubrí porqué las mujeres siempre tienen frío, y es que sin pelo que te tape el calor se te escapa como quiere y por donde quiere. Este viernes, a las cinco también, sesión dos: depilación de cintura para arriba. Yo siempre me había pelado en verano y no me había dado cuenta de lo bien que viene el pelo para luchar contra el frío, ahora entiendo porqué los osos polares no se depilan. Más tarde salí y bien también, llegué a las cinco a mi casa con la salud por los suelos.

El sábado mejor, a las nueve me estaba poniendo el chándal para ir a entrenar. El destino quiso jugarme una mala pasada y gané el partido, ahora bien, mi recompensa fue un chichón que me hice a mi mismo en un lance del partido. La vida cobra sentido después de oir cómo te cruje la cabeza, desde el sábado soy otro. Por la tarde más, el destino seguía igual de gracioso y volví a ganar, con otras personas y en otra pista, pero esta vez sin romperme nada. Luego cambié el chándal en el Decathlon y caí en la trampa de las grandes superficies: me llevé otra camiseta y un bolso (según [CMR] se llama mariconera porque bolso le suena muy gay). Y por la noche mi Moro irlandés y yo tuvimos nuestro momento redondo con Telepizza y, renegando de nuestros orígenes, elegimos al imperio francés para comenzar nuestra partida de Civilization IV. Después de 4000 años conflictivos con los bárbaros acabamos asentando un imperio y ganándonos el odio del resto de civilizaciones. Y es que ser confucionista mientras el resto del mundo es budista o judío es muy duro, siempre te intentan mirar por encima del hombro. En fin, 1000 añitos más y sacamos a pasear los tanques, ya veran, ya... Total, que a las seis llegué a casa.

Y ayer ná, encendí el portátil y me puse a batir huevos. Y así todo el día.

Por cierto, este fin de semana ha tenido que pasar algo muy serio. Por primera vez leo algo serio en el blog de Nepo. Desde aquí mis felicitaciones.

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