11 mayo 2006

Desbordamiento emocional

Ayer los operarios de las cámaras de televisión del partido de Eindhoven se sobraron un huevo con un aficionado del Sevilla. El pobre hombre estaba, claramente, superado emocionalmente por las circunstancias. Esto suele ser normal en todos aquellos que van a campos de fútbol, conciertos multitudinarios y mitines políticos. Pero lo de este hombre a mi se me antojaba un caso clínico.

Llevo muchos años pensando de vez en cuando que no tengo sentimientos. Y cada vez me queda más claro que sí que los tengo, pero no los mismos que la mayoría de la gente. Mi aparente falta de entusiasmo da lugar a mucho equívocos entre los que me conocen.

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