27 julio 2006

Sucesos laborales

Esta semana estamos probando la tarta delante del cliente, para que vea que todo va bien. El problema es que no todo va bien. De hecho casi nada va bien.

Ayer se fueron los invitados pensando que no funciona nada. Al rato apareció el gerente del proyecto preguntando cómo habían ido las pruebas. La chica que las hace le contó que no funcionó nada mas que cuatro cosas, que casualmente he hecho yo. Remarco lo de casualmente, porque soy el primer sorprendido de que funcionen ya que nunca las había probado.

El gerente se puso serio. Todo el mundo me miró. Me dió la impresión de que esperaban que yo lo arreglase todo. Y yo me descojoné.

Se fue. Mi jefe me dijo que si no le damos pena, que le van a echar. Yo me seguí descojonando.

Total, que hace poco me estaba pensando si echar fichas en otras empresas, para mejorar mi nómina. Ahora pienso que voy a inundar de currículums el mercado laboral, porque me parece que al que van a echar es a mí. Estuve ayer por la tarde pensando en ello, y no paré de descojonarme...

2 comentarios:

Toxcatl dijo...

Eso te pasa por destacarte sobre el resto; a ver, si lo tuyo hubiera sido una cagada igual que lo del resto...

No creas, yo ayer tambien decidi que me las piro; sin prisa pero sin pausa.-

Marga F. Rosende dijo...

Estoy un poco espesa a esta hora y tras un día intenso y no se si te comprendo, ¿de veras crees que te pueden echar Yorchus?.
Un abrazote pastelero