18 abril 2006

¿Sentido?

Uno de los problemas que tiene estar enfermo es el malestar general. Otro de los problemas es que si no estás muriéndote tienes que ir a trabajar. El principal problema que veo yo es que no apetece hacer nada y te pasas el día pensando. Lo malo de pensar es que puedes pensar cosas muy peligrosas. La vida es más sencilla cuando no piensas y sólo sigues la corriente.

Esta vez he tenido suerte. Sólo he pensado en cosas pasadas y no le he dado vueltas a nada. Esta noche estrenan segunda temporada de House y el Barça se la juega en la gran bota, lo que me sirve para no pensar en otra cosa.

Una de las cosas que he recordado es aquella vez que en plena discusión socio-política, D. dijo que mi opinión no podía ser tenida en cuenta ya que a mi me la sudaba todo. No recuerdo cuando fue, ni de qué iba la discusión. Es lo que tiene la naturaleza humana, que sólo te acuerdas de lo que te ha dolido. De lo bueno nunca te acuerdas.

Recuerdo también que se me ocurrió intentar explicar mi visión de la vida, pero sopesé que no venía a cuento, que iba a distraer la atención del tema principal y que iba a parecer que me había molestado. Recordar niños: la clave del éxito es no mostrar debilidad.

Que a mi me la sude todo es algo que creo que casi todo el mundo piensa. Y digo casi porque quiero pensar que hay un par de personas en el mundo que me conocen lo suficiente como para saber que no es así. Hace un año me sorprendió cierta amiga, describiéndome perfectamente a pesar de que había pasado con ella menos tiempo que con D. "Tienes una coraza puesta, y es muy difícil ver cómo eres en realidad."

Ahí dimos un paso adelante. El efecto era la coraza. Ahora sólo faltaba descubrir la causa. Lo bueno de la naturaleza es que tiene unos patrones muy básicos que se repiten constantemente. Uno de los patrones es el de los callos. Te salen callos en las manos cuando las castigas mucho. Te salen corazas en el pecho cuando estás hasta el nabo de llevarte hostias. Principio de la causalidad, que lo llaman.

Me cruzo con gente que parece que no aprende. Se pasan la vida recibiendo golpes y nunca ponen parches a sus agujeros de seguridad. Casualmente son los mismos que maldicen las injusticias de la vida segundos antes de sacar a relucir su vena consumista.

"Ay! Pobres muertos de hambre en África, que mal que lo tienen que estar pasando. Por cierto, ¿me acompañas a comprar ropa?"

Cada vez que veo una actitud similar no puedo evitar preguntarme si la insensibilidad viene de serie con la gente, o si te la enseñan en la tele. En estos países primermundistas la gente piensa que tiene hambre cuando lleva 5 horas sin comer. Yo suelo hacer una comida al día, y hay veces que paso 30 horas sin llevarme nada a la boca, y les puedo asegurar que lo que tenemos en este país no es hambre, es gula. El hambre no es tener el estómago vacío, el hambre es dolor. Y el dolor no es una leve molestia, el dolor es algo más. Y a mí no me duele estar un día sin comer, y como no soy un bicho raro supongo que a los demás tampoco.

Tengo un vecino en mi calle que va en silla de ruedas y tiene parálisis en la gran parte de su cuerpo. Creo que nació así, que no fue causa de ningún accidente. Llevo viéndole toda la vida y sigo estremeciéndome y deprimiéndome cada vez. Todo el mundo se acostumbra a ver desgracias. A mi me siguen impactando cada vez.

Pues va a ser que no, la insensibilidad no viene de serie. La vida te enseña a superar las adversidades. Los hay que les sale callo y los hay que prefieren mirar para otro lado. ¿Soy el único que se detiene a deprimirse ante noticias como esta?

En fin, lo voy a dejar aquí que más arriba he dicho que no le estaba dando vueltas a nada. Sólo decir que me sentí muy identificado cuando Gonzo escribió esto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se enamore. Disfrute del tiempo y del trabajo mientras pueda, pero no haga el capullo...o si lo hace, hágalo con todas las de la ley: tirándose a la piscina sin pensar en perdidas o beneficios.Tirándose a la piscina de verdad, y sin coraza ninguna. Si no, uno se arrepiente y termina sumido en un desconcierto punzante y recurrente que le recuerda todo lo que no hizo el resto de su vida, y todo lo que no va a hacer, porque la coraza pesa más de la cuenta. El tiempo, entonces, empieza a pasar a toda prisa, y sólo el buscar chorradas en el google y soltarlas delante de un absolut con red-bull, parece calmar los ánimos.
Deje de hacer el capullo, y, si puede no caiga en la auto-complacencia: Su corazón y su cerebro se lo agradecerán.