28 marzo 2006

Civilizando, otra vez

El sol se alza en el año 4000 a.C.. Desde tiempos inmemoriales, los chinos han llevado una vida nómada. Tras años de deambular, están listos para asentarse y fundar vuestra primera ciudad.

Yorchus, vuestro pueblo os ha conferido poder absoluto, confiando en que podáis desarrollar una civilización que supere los retos del tiempo.

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Y así comienza una nueva aventura con el Civilizacion 4. Ayer después de terminar unas cosillas del proyecto académico me apeteció volver a empezar. En esta ocasión he elegido el pueblo chino, con su líder Qin Shi Huangdi, que es diligente y financiero. Lo primero sirve para contruir las maravillas el doble de rápido, y lo segundo te da más comercio por cada casilla. Estuve a punto de cogerme a Napoleón y su pérfido imperio agresivo, pero me contuve pensando en la tolerancia, el respeto y la constitución.

Total, que hasta la una jugando, siempre me pasa igual. Fundé Pekín, Shangai y otra que no me acuerdo. Fundé y adopté el hinduismo y llevo mil años defendiendome de los ataques de los bárbaros. Construí Stonehenge (que te da un obelisco por la pati en cada ciudad) y voy de cabeza a por el Partenón (que incrementa las posibilidades de nacimiento de genios).

La partida no va mal, pero el perro hindú se ha desmarcado claramente de los demás. Supongo que habrá sido él el que fundó el budismo, porque si no no me lo explico. Hemos tenido mala suerte en el aspecto que tengo de vecinos a los alemanes, a los romanos y a los españoles. Por los dos primeros me da igual, pero siempre me molesta tener que hacerle la guerra a los españoles. En fin, qué le vamos a hacer. Como en todas las partidas le estaré volcando ciudades hasta que llegue a Madrid y me la quede, momento en el que le declararé la paz y le dejaré sobrevivir con Pamplona y un par de ciudades más.

Sólo me queda esperar para descubrir quién es el que funda el judaísmo. A partir de entonces la estrategia de la partida está clara.

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