Ayer, día que vencía mi paciencia, vinieron a arreglarme la mayoría de los fallos del piso. Un encargado y dos rumanos muy majos y trabajadores (me dejaron la carpintería como nueva). De alguna manera que no sabría explicar se comenzó a hablar de pisos, hipotecas y dineros.
[Encargado] - "Si es que no se para qué tanto rezar y tanta religión, ¡tendríamos que adorar todos a una gran moneda!"
[Yorchus] - "Bueno... eso es lo que hacen los obispos, ¿no?"
Nunca había visto reírse tanto a unos rumanos.
02 octubre 2007
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