06 agosto 2007

Vida laboral (II)

El transporte público es bueno, reduce la contaminación, los atascos y más o menos te asegura llegar a tu destino a la hora indicada. Ahora bien, ya que el transporte público ha decidido quitarme los Civis en agosto así como cerrarme la conexión entre Atocha y Chamartín, he tomado la determinación de venir al "trabajo" en mi coche provocando con ello:

- aumentar el efecto invernadero
- agotar los recursos energéticos naturales
- incrementar el tránsito en las vías públicas

Como en todo, ser así de malvado tiene su lado positivo: me he levantado una hora más tarde y he llegado 10 minutos antes. Si le añadimos el trayecto de vuelta a casa son casi dos horas y media que gano al día, unas 12 horas a la semana.

Aún así mi conciencia me dice que soy malo y que no debería castigar de este modo a la madre naturaleza. Quizá mi conciencia haya sido alienada por los centenares de mensajes que nos envían las instituciones y no tenga razón, pero cualquiera la calla. Así que en vista de que mis jefes están de vacaciones, que no hago nada en el trabajo y que nadie me conoce en la oficina he decidido de forma unilateral que voy a "teletrabajar" hasta el día 16 de agosto, que es cuando creo que vuelven los que mandan.

Todo sea por reducir la contaminación.

1 comentario:

El niño dijo...

oye, y eso de teletrabajar por decisión unilateral crees que les gustará a mis jefes??? lo digo porque estoy en la misma situación, la pena serían los 82 laurazos del abono...