01 agosto 2007

Mesas y comunidades (II)

El lunes tuve reunión de la comunidad de vecinos. Más o menos éramos los mismos de la otra vez, con dos chicas nuevas y un par que faltaron. Una vez más, era yo el único asistente de mi bloque, lo cual me lleva a sospechar que mis vecinos no tienen intención de vivir ahí sino que practican el deporte nacional de la especulación. Por mí perfecto, eso que me ahorro en quejas por el volumen de los gritos de pasión, horror, dolor y odio que se producen todos los fines de semana.

Y ayer me instalaron la caldera y hubo que probarla. Nunca imaginé que sentiría alivio al salir a la calle con 36 grados a la sombra, y es que era necesario poner los radiadores a 70 grados para ver que no había fallos.

Y justo debajo me van a poner una pizzería. Para que mi casa sea un paraiso sólo me faltan 40 vírgenes. Currículums aquí, gracias.

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