20 noviembre 2006

Resumen socio-festivo

De vuelta al hogar, resumo brevemente los últimos diez días:

- Primer partido de pádel: perdimos escandalosamente contra los que ganan siempre el torneo. Por lo menos en un set conseguimos hacerles 5 juegos, lo cual es meritorio.

- Concierto de Konsumprodukt y demás: Al igual que con los artistas multimillonarios, estuvimos más tiempo montando que lo que duró el concierto. Bueno, bonito y barato, los visuales triunfaron más que la Coca Cola. A cierta hora de la noche profunda a un tío se le ocurrió orinar en un gran dispositivo eléctrico y se apuntaron a la fiesta un par de ambulancias y los señores bomberos. Una vez más se demuestra que los hombres no saben usar ni el pito ni la cabeza.

- Semana de Zárágózá: intensa y sin carencias, vamos, que hubo de todo. La primera impresión fue descubrir que me alojo en el hotel World Trade Center, con sus torres gemelas y todo. No asistí a ningún concierto de jazz pero sí que participé activamente en el concurso de tapas que se celebraba. Por otro lado, en un céntrico pub irlandés estuve a punto de conseguir el carnet de socio por la cantidad de cerveza ingerida... Y además, conocí al mítico creador del Codec Pack Elisoft, un gran tío.



- Visita guiada al Museo del Prado: sábado 18 por la mañana. Muy bien, ya no soy un inútil ignorante en cuanto al arte. ¿El primer pensamiento? Que ya tengo tema para soltar a la primera chica a la que invite a ir al museo y así parecer un chico interesante. Me compré para decorar mi futura casa un Adán (lo pondré en el servicio), una lechera de Burdeos (al salón) y unos fusilamientos (al lado de la cama, para ser lo primero que vea cada día).





- Segundo partido de pádel: sábado 18 después de comer. Ganamos sin despeinarnos, esto es, porque los contrincantes no se presentaron. Con esta victoria triunfal tenemos prácticamente asegurado el pase a la siguiente fase.

- Partido Real Madrid-Racing de Santander: sábado 18 después del pádel. Estuvo bien, esta vez me senté en una zona más tranquila. A Emerson parece que ya no le insultan tanto, aunque al pobre Munitis le pusieron a parir. Un tío detrás de mí no paraba de gritar "Negro" de forma despectiva a Diarra, y justo debajo tenía a los ultra sur haciendo gala de ferviente extremismo nacional. Otra vez más entra en duda el uso que los hombres hacen de la cabeza, el pito aquí creo que no entró en juego.

Y al igual que Dios cuando creó el mundo, ayer descansé...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uys... es que a mi el prado me gusta pero para ver poquito a poquito... para relajación total, mejor el thyssen o el reina sofi...
que las pinturas del prado de golpe te pueden provocar pesadillas...

Toxcatl dijo...

Joer, tio!!!
que paliza!!!
lo mas cansado, las tapas (sin duda)
En serio, lo del Prado, oyes una cosa bonita, no te has complicado mucho, tampoco te has metido a ver asi, a pelo y sin anestesia ni nada un señoritas de avíñón o una cosa asi como desordenada y tal... vamos que nostamal... Y vas a tener la casa de lo mas intelesstual; que te digo una cosa, yo lso fusilamientos los ponia en otro lado, vaya a ser que te den ideas ya desde por la mañana...