23 noviembre 2006

Inspeccion Tecnica, episodio 3

Hinchazón de pelotas: dícese del estado emocional propio de aquellos que están a disgusto. Se puede provocar por tedio o por experimentar un encuentro enfadoso con alguien, tal como una disputa o una diferencia de intenciones. Desemboca en una sensación de falta de confianza hacia los demás, decepción ajena y búsqueda de la autodeterminación. En la mayoría de las ocasiones se produce un gran aumento del orgullo personal.

17:45 horas, 16:45 zulú, túneles de lavado.

Estaba [Y] y al lado un tal [Z], que parecía su superior.

[Yorchus] - "Buenas... ¿Para limpiar un motor?"

[Z] - "Hoy ya no puede ser."

[Yorchus] - "Entonces hoy tampoco."

[Y] baja los ojos. [Z] me mira con extrañeza.

[Z] - "Tráelo mañana."

[Yorchus] - "Ya... ¿y quién me asegura que mañana no me vas a decir lo mismo?"

[Z] me vuelve a mirar, con cara de desconcierto. Baja la cabeza y le pega un mordisco a un bocadillo que tiene en las manos. [Y] está mirando a otro lado. Me doy la vuelta y me voy, faltando a las normas de educación básicas en lo referente a saludos y despedidas.

Así que otro día, cuando me levante con ganas, me voy a otro sitio, a otra ciudad, donde estoy seguro que la profesionalidad la llevan en la sangre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hay semanas que mejor no levantarse...

Toxcatl dijo...

Tipico en la aldea...

Marga F. Rosende dijo...

vente pa Madrid y ya te haces el master....

Anónimo dijo...

Joder George, jajaja, tengo que leer tu blog pa enterarme de algo de tu vida, un consejito (como si estuviera en Guada). Te plantas en el taller con una cinta en el pelo a lo rambo, la cara llena de sangre y un hacha en las manos. Luego le preguntas amablemente ¿perdone, podría limpiarme el .....? y les tienes en el bote, no falla....jajaja