03 noviembre 2009

Mujer Tirita, La

He de confesarme como reciente comprador del libro de La mujer tirita.

Lo compré para regalar, aunque me lo leí de cabo a rabo antes de entregarlo. Tardé más de lo esperado en terminarlo, no porque fuere complicado de entender, sino por las numerosas ocasiones en las que tuve que dejar el libro, secarme las lágrimas (verídico) y relajarme lo suficiente como para poder continuar.

Hacía lustros, y no exagero, que no me reía tanto.

Sirva esta entrada como humilde publicidad a tan magna obra, a pesar de que su creadora esté en contra de estas cosas.