Al digital

Corrían finales del loco siglo XV, cuando en un sínodo diocesano le dió al obispo de Segovia por utilizar el innovador método de la imprenta para dejar constancia de los temas que allí se trataron. Aquel sínodo se celebró en la localidad de Aguilafuente, propiciando con ello dos hitos históricos:

1. La llegada de la primera imprenta a España, antes incluso de que llegase a ciudades más importantes y desarrolladas.
2. La edición del primer libro español impreso, el Sinodal de Aguilafuente

Más de quinientos años después, esos trastos del demonio llamados ordenadores han traído la tecnología digital a nuestras vidas. No obstante, es frecuente encontrarse colectivos, organizaciones, empresas e incluso gobiernos que ponen trabas a la digitalización de contenidos culturales. Ni que decir tiene que dicha actitud, en pleno siglo XXI, es comparable al enfrentamiento que una institución religiosa tuvo con científicos progresistas como Galileo.

Por ello me parece importante hacer publicidad aquí de un proyecto lanzado por el Ministerio de Cultura, donde el director general del libro, archivos y bibliotecas (a partir de ahora, el Rogelio) intenta promover el concepto de e-book, el libro electrónico que debería hacer que la humanidad deje de talar árboles. Dicho proyecto se ha dado a llamar Del Sinodal al libro digital, y estará presente de algún modo en la próxima feria del libro.

El Rogelio comentaba un día por la tarde, en su casa del pueblo, todos los problemas a los que se ha enfrentado y toda la gente que ha tenido en contra de su idea de digitalizar cosas, y como buen español, parco en palabras, concluía:

"Antes era la imprenta, y ahora lo que se lleva es lo digital"

A lo que añadía:

"Nadie digitaliza más que yo"

Desde aquí no puedo hacer más que desearle al Rogelio que sus proyectos lleguen a buen puerto.