10 abril 2007

Los peligros del tabaco

Puedo afirmar con el corazón henchido de orgullo que llevo un mes sin fumar, y esta vez no es para quitarle méritos a algún conocido que lo intenta dejar. Los síntomas que presento se pueden desglosar en dos apartados: los que la gente ve como malos y los que un médico ve como malos.

Dentro de los malos para la gente sobresale uno en especial, ahora el humo me molesta bastante, hasta el punto que tras media hora en un bar al día siguiente me levanto con la garganta jodida. Sorprende, sobre todo teniendo en cuenta que antes me fumaba un paquete en una noche normal.

Dentro de los malos para los médicos el as de la baraja es el que descubrí ayer, la hiperventilación. En plena clase de spinning sentí que algo crecía en mi interior. Tras descartar varios sentimientos mundanos detecté que era algo físico, en concreto un lóbulo pulmonar que debía llevar 10 años sin trabajar. Al finalizar la clase presentaba los síntomas típicos de alguien hiperventilado: mareos, distensión abdominal, resequedad en la boca, confusión, trastornos en el sueño y palpitaciones.

No obstante, mi lóbulo pródigo y yo vamos a seguir, a ver hasta donde llegamos...

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